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¿Qué causa la demencia? Desmontando cuatro mitos
Aunque el estigma que rodea a la demencia ha disminuido en los últimos años, sigue habiendo muchos mitos y desinformación en Internet.
La demencia es una enfermedad que afecta a más de 55 millones de personas en todo el mundo. Provoca problemas de lenguaje, memoria y cognición. Los científicos aún no entienden del todo qué causa la demencia, pero han descartado con seguridad algunas cosas. Sin embargo, hay muchos mitos y conceptos erróneos que persisten en Internet.

Esta desinformación plantea explicaciones simples, pero inexactas, sobre la causa de la demencia, explicaciones que pueden aumentar la ansiedad (lo que, en última instancia, puede ser perjudicial para la salud cerebral) y estigmatizar a las personas con demencia.
Mito nº 1: El aluminio provoca demencia
En las décadas de 1960 y 1970, los investigadores estudiaron la relación entre el aluminio y el Alzheimer en modelos animales. Al enterarse de esta investigación, algunas personas empezaron a preocuparse por beber de latas de refresco, utilizar utensilios de cocina de aluminio o incluso antitranspirantes. El mito sigue circulando por Internet, a pesar de que el consenso científico es que nunca se ha establecido tal relación.
Mito nº 2: Los refrescos light aumentan el riesgo de demencia
Un estudio muy criticado de 2017 relacionó los refrescos light con el alzhéimer. Esto dio lugar a una avalancha de artículos que sugerían dejar de lado los refrescos light.
Sin entrar en los pormenores de los métodos estadísticos, los científicos coinciden en que el estudio no establece de forma convincente ninguna relación entre los refrescos light y la demencia. En la actualidad no existen pruebas creíbles que relacionen los refrescos dietéticos con la demencia.
A pesar de estar relacionados con todas las enfermedades, los edulcorantes artificiales de los refrescos dietéticos se han estudiado durante décadas, con docenas de estudios que respaldan su seguridad general como aditivos alimentarios.
Para llevar: Evitar la demencia no es tan sencillo como evitar los refrescos light, y los que beben refrescos light no están necesariamente condenados a un futuro de deterioro cognitivo. Si le preocupa la salud de su cerebro y le interesa saber qué comer y beber para reducir el riesgo de demencia, consulte las últimas investigaciones. Una dieta mediterránea a base de verduras, legumbres, fruta, cereales integrales y pescado es una forma de controlar la tensión arterial y el colesterol. Dado que la presión arterial y el colesterol son factores de riesgo de demencia, los científicos están estudiando si esta dieta previene la demencia.
Mito nº 3: La demencia es una parte normal del envejecimiento
A pesar de las ideas erróneas, la demencia no es una parte normal del proceso de envejecimiento. Aunque las personas pueden volverse un poco olvidadizas a medida que envejecen, todavía pueden formar nuevos recuerdos y aprender. Las personas que padecen demencia, ya sea vascular, de Alzheimer, de Parkinson u otra forma de la enfermedad, suelen tener depósitos de ciertas proteínas en el cerebro y muerte de células cerebrales, cosas que no se ven en un cerebro sano, independientemente de la edad de la persona.
Mito nº 4: Si su progenitor tiene demencia, usted también acabará teniéndola
Muchas personas creen erróneamente que las demencias, como la enfermedad de Alzheimer, son genéticas. Sin embargo, sólo el cinco por ciento de la demencia de Alzheimer está causada directamente por genes específicos. En el resto de los casos, la genética es sólo una pieza de un rompecabezas mucho mayor.
Mientras que unos pocos genes, como el ApoE4, aumentan sustancialmente el riesgo de demencia, la mayoría sólo lo hacen en unos pocos puntos porcentuales. Así pues, aunque la genética es un componente importante, es imposible saber cómo influirán los genes en la salud de su cerebro a largo plazo.
Para llevar
La demencia es una enfermedad compleja que no tiene una causa única, lo que significa que no puede achacarse a un simple factor relacionado con el estilo de vida. Es importante detectar estos mitos y conceptos erróneos cuando aparecen.
Exageran la ansiedad por la salud, lo que a su vez puede conducir a una peor salud cognitiva. También fomentan el estigma en torno al envejecimiento y pueden llevar a dudar a la hora de buscar un diagnóstico y unos cuidados adecuados que podrían mejorar la calidad de vida de una persona.
Si bien la demencia es cada vez más frecuente, las investigaciones demuestran que dos de cada cinco casos pueden prevenirse con las modificaciones adecuadas del estilo de vida. Centrarse en los verdaderos factores de riesgo de la enfermedad -como la hipertensión arterial y el sedentarismo- es la mejor manera de ayudar a proteger la salud del cerebro.
Para informarse sobre los ensayos clínicos de nuevos medicamentos destinados a modificar la patología de la enfermedad de Alzheimer, llame a Charter Research al 407-337-1000 (Orlando) o al 352-775-1000 (The Villages).