La investigación ha establecido que las mujeres tienen el doble de probabilidades de desarrollar Alzheimer, pero a pesar de un estudio tras otro sobre esta disparidad basada en el sexo en el riesgo de Alzheimer, los científicos siguen trabajando para entender por qué. Hasta ahora, los científicos han aprendido que las mujeres tienen algunos factores de riesgo y señales de alarma que difieren de los hombres. ¿Podrían estos factores de riesgo -como los genes del cromosoma X y la menopausia- conducir a una mejor comprensión no sólo de esta disparidad, sino de la enfermedad de Alzheimer y su causa fundamental?

Las diferencias entre sexos no siempre han ocupado un lugar destacado en la investigación médica. Hasta 1993, no existía ninguna ley que garantizara la inclusión de mujeres en los ensayos clínicos. Incluso ahora, dos de cada tres estudios sobre el Alzheimer y la demencia basados en animales no tienen en cuenta el sexo. Estudiar estas importantes diferencias y llegar al fondo de lo que hace a las mujeres más vulnerables al Alzheimer puede ayudar a los científicos a desarrollar mejores tratamientos tanto para las mujeres como para los hombres.

Diferencias de sexo en los factores de riesgo del Alzheimer

El embarazo podría proporcionar a alguien una visión del riesgo futuro de enfermedad.

La hipertensión durante el embarazo -una afección frecuente que afecta a una de cada siete personas- está relacionada con un mayor deterioro cognitivo y encogimiento cerebral en etapas posteriores de la vida. La hipertensión puede dañar los vasos sanguíneos cercanos al cerebro, lo que triplica el riesgo de desarrollar Alzheimer o demencia vascular en etapas posteriores de la vida.

Pistas ocultas en el cromosoma X

La mayoría de las mujeres son portadoras de dos copias del cromosoma X, mientras que la mayoría de los hombres sólo tienen una copia. Esta copia extra normalmente se «apaga» y sirve como copia de seguridad en caso de que algo vaya mal. Sin embargo, en algunos casos, se producen genes de ambas copias del cromosoma X. Algunos de estos genes están incluso relacionados con el envejecimiento cognitivo y las placas y ovillos de proteínas en las mujeres, pero no en los hombres.

Los científicos han relacionado recientemente la producción de USP11 -uno de estos genes ligados al cromosoma X- con el aumento de los niveles de acumulación de tau en las mujeres. Producir mucha USP11 significa que las proteínas tau no son destruidas o recicladas por las células, sino que empiezan a acumularse causando la muerte celular.

Estrógenos y menopausia: Otra pieza del rompecabezas

Aunque el estrógeno se conoce comúnmente como una hormona sexual, también desempeña un papel en la señalización cerebral. Tanto en hombres como en mujeres, los estrógenos tienen propiedades neuroprotectoras que pueden ayudar al cerebro a mantenerse sano durante más tiempo. Sin embargo, durante la menopausia los niveles de estrógeno disminuyen bruscamente, lo que provoca niebla cerebral. La disminución de estrógenos también puede aumentar la vulnerabilidad al Alzheimer y otras demencias.

¿Ayudaría aumentar los niveles de estrógeno mediante terapia hormonal sustitutiva? De momento, la investigación no es concluyente, pero con más científicos en el caso, es posible que lo sepamos con certeza en los próximos años.

Lo esencial

Las mujeres tienen el doble de probabilidades que los hombres de desarrollar Alzheimer. El embarazo proporciona una pista temprana sobre el riesgo: la hipertensión arterial o la diabetes gestacional sugieren que el riesgo de una persona es mayor. Afortunadamente, la investigación sobre los genes ligados al cromosoma X y los estrógenos podría ayudar a los científicos a desarrollar nuevos tratamientos en el futuro.

Para informarse sobre los ensayos clínicos de nuevos medicamentos destinados a modificar la patología de la enfermedad de Alzheimer, llame a Charter Research al 407-337-1000 (Orlando) o al 352-775-1000 (The Villages).