Hay una buena razón por la que los vídeos de perros adorables alcanzan regularmente millones de visitas en YouTube o Facebook. Cualquiera que tenga un perro le hablará de su capacidad para dar alegría y aliviar el estrés. Ahora, incluso los científicos están estudiando cómo la compañía que proporcionan estos peludos amigos podría ayudar a aliviar algunos de los síntomas psiquiátricos asociados al Alzheimer y la demencia.

Los centros de cuidados de larga duración están empezando a aplicar la terapia asistida con animales a sus residentes con demencia, con el fin de tratar la agitación, la agresividad y la depresión, e incluso mitigar el sundowning, que es cuando estos problemas emocionales y de comportamiento empeoran al desaparecer la luz del día. Adiestradores certificados están adiestrando perros para proporcionar apoyo emocional y alivio del estrés a los afectados.

Aunque pasar tiempo con un cachorro no mejore ni ralentice el deterioro cognitivo, las investigaciones están demostrando que puede mejorar significativamente la calidad de vida. Esto se consigue de varias maneras: En primer lugar, se anima a los mayores que participan en la terapia con mascotas a aumentar su actividad física, ya sea acariciando o jugando con el perro o dando un pequeño paseo, lo que ha demostrado mejorar la salud mental. Esto también reduce la soledad, uno de los principales factores de riesgo de la demencia y sus síntomas psiquiátricos.

Aunque la terapia asistida con animales tiene muchos beneficios, también presenta inconvenientes. Para empezar, puede ser difícil (o más arriesgado) acceder a él para las personas que no están en un centro especializado de vida asistida. Algunos pueden tener miedo o incluso alergia a los perros.

Para hacer frente a este problema, los innovadores han diseñado una solución basada en la tecnología. Empresas de robótica han desarrollado mascotas robóticas que ayudan a las personas con demencia, pero sin muda.

La ventaja de los robots sobre los perros de verdad es evidente: no requieren mucho espacio, cuidados ni recursos y, en algunos casos, podrían ser más asequibles que un perro de verdad. Un estudio demuestra que los perros robóticos fueron capaces de aliviar parte de la apatía de las personas con demencia. Otro estudio realizó un seguimiento de residentes en residencias de larga duración que empleaban perros y gatos robot. Los resultados muestran que la intervención aumentó la comunicación general y el bienestar de las personas con demencia, al tiempo que redujo los niveles de agitación.

El acceso a estos robots sociales podría ser una nueva vía para mejorar la calidad de vida de las personas con demencia, sobre todo cuando no se dispone de perros de terapia. Los perros de terapia, ya sean reales o robóticos, pueden aportar recuerdos felices y familiares a una persona afectada por demencia.

Para informarse sobre los ensayos clínicos de nuevos medicamentos destinados a modificar la patología de la enfermedad de Alzheimer, llame a Charter Research al 407-337-1000 (Orlando) o al 352-775-1000 (The Villages).