Nadie puede saber con certeza si desarrollará Alzheimer o demencia dentro de 10, 20 o 30 años, pero sí que puede reducir el riesgo. Muchos factores para desarrollar Alzheimer y demencia no son genéticos, lo que significa que pueden modificarse mediante cambios en la dieta.

Entre los factores de riesgo más frecuentes se encuentran la hipertensión arterial y los niveles de colesterol. La hipertensión puede dañar los vasos sanguíneos cercanos al cerebro, lo que dificulta el flujo de nutrientes a las células cerebrales y las hace más vulnerables. Los niveles elevados de colesterol también pueden aumentar la tensión arterial.

Aunque el colesterol de la sangre no puede entrar en el cerebro porque la molécula es demasiado grande, se están estudiando las anomalías del metabolismo del colesterol en el cerebro como posibles causas del Alzheimer.

Reducir la presión arterial y el colesterol, disminuir el riesgo de demencia

Según las directrices actuales de la Asociación Americana del Corazón y el Colegio Americano de Cardiología, se puede prescribir medicación hipotensora cuando la tensión arterial alcanza niveles de 130/80 mm Hg. Un nuevo conjunto de investigaciones sugiere que estos medicamentos también ayudan al cerebro.

Un estudio de 2021 en el que participaron más de 12.000 personas mayores de 50 años descubrió que tomar un medicamento para reducir la tensión arterial disminuía en casi una quinta parte el riesgo de desarrollar un deterioro cognitivo leve.

Un estudio anterior llevado a cabo con una muestra más pequeña mostró resultados similares, sugiriendo que los medicamentos para reducir la presión arterial y el colesterol pueden reducir el riesgo de desarrollar demencia en un 21 por ciento.

Además de la medicación, existen otros métodos de eficacia probada para mejorar la salud vascular.

Modificar la dieta para reducir el riesgo de Alzheimer

Las dietas de estilo mediterráneo, ricas en cereales integrales, frutas, bayas, verduras, marisco, pescado, legumbres y frutos secos, se han relacionado desde hace tiempo con la longevidad y la mejora de la salud cerebral. Un estudio sobre una dieta similar diseñada para promover la salud vascular demostró que reducía el riesgo de Alzheimer en al menos un 35%.

Hay todo tipo de razones por las que esto puede ser así: Por ejemplo, comer pescado, reducir el consumo de azúcar y los antioxidantes de las bayas también están relacionados con una mejor salud cerebral. Pero podría ser tan simple como el hecho de que estas dietas también reducen la presión arterial y promueven niveles saludables de colesterol.

Junto con su médico, puede elaborar un plan saludable que incorpore formas de reducir la tensión arterial a un nivel saludable y hábitos alimentarios que contribuyan a mejorar la salud cerebral. Aunque no se sabe con exactitud cuál es la causa de que algunas personas desarrollen Alzheimer o demencia, es posible retrasar o reducir las probabilidades.

Para informarse sobre los ensayos clínicos de nuevos medicamentos destinados a modificar la patología de la enfermedad de Alzheimer, llame a Charter Research al 407-337-1000 (Orlando) o al 352-775-1000 (The Villages).