Los científicos han relacionado la progresión de la enfermedad de Alzheimer con la acumulación de ciertos tipos de proteínas en el cerebro, que funcionan mal y atascan la comunicación entre las neuronas, una situación que eventualmente conduce a la muerte de las células cerebrales. Se está diseñando una nueva ola de tratamientos para la enfermedad de Alzheimer, incluidos Leqembi y Aduhelm , recientemente aprobados por la FDA, para atacar la más conocida de estas proteínas relacionadas con el riesgo de Alzheimer: las placas beta-amiloides y los ovillos de tau, eliminándolos para ralentizar la progresión de la enfermedad. Sin embargo, hay otras proteínas problemáticas que también podrían estar involucradas en la enfermedad de Alzheimer y otras demencias, y los científicos están haciendo sonar las alarmas de que estas proteínas menos conocidas merecen una mirada más cercana.

En 2006, los investigadores encontraron un nuevo depósito de proteína implicado en la demencia: la proteína de unión al ADN TAR (TDP-43), que tiende a aparecer en grupos en los cerebros de las personas con demencia frontotemporal y esclerosis lateral amiotrófica. Poco a poco, los investigadores descubrieron que el TDP-43 también se agrega en los cerebros de aproximadamente la mitad de todas las personas que tienen Alzheimer. En comparación con las personas mayores sanas, hay niveles más bajos de TDP-43 en la sangre de algunas personas con demencia frontotemporal. En la enfermedad de Alzheimer, estos niveles son aún más bajos.

El TDP-43 no siempre es el malo: en un cerebro sano, su función es ayudar a copiar las instrucciones genéticas para producir proteínas. Si el TDP-43 comienza a agruparse, podría conducir a una eventual neurodegeneración. Los científicos aún no han aprendido qué hace que estas proteínas se vuelvan locas, pero las consideran pistas útiles que pueden decirnos cuándo el Alzheimer está en el horizonte. Y podemos detectar estos grupos de proteínas lo suficientemente temprano y limpiar el desorden, la idea es que es posible adelantarse y evitar que se produzcan más daños.

Detectar la enfermedad de Alzheimer antes

Los científicos creen que profundizar nuestro conocimiento de esta proteína menos conocida podría ayudar a facilitar el diagnóstico de la demencia, conectando así a las personas con mejores opciones de tratamiento, antes.

La demencia es notoriamente difícil de diagnosticar con precisión. Los síntomas de las diferentes formas de demencia pueden superponerse, y los pacientes pueden tener más de una demencia a la vez, lo que hace que sea aún más difícil obtener una imagen clara de lo que está sucediendo. Sin un diagnóstico preciso, los médicos no necesariamente pueden recomendar el mejor curso de atención.

Los métodos de diagnóstico más definitivos disponibles hasta ahora giran en torno a la búsqueda de beta-amiloide en el cerebro, mediante una tomografía por emisión de positrones de amiloide, a veces costosa, o mediante una punción lumbar invasiva. Se necesitan urgentemente métodos de diagnóstico más asequibles y accesibles.

Muchas de estas pruebas aún no son lo suficientemente precisas, y los desarrolladores de estas nuevas pruebas diagnósticas esperan que TDP-43 pueda ayudar. La detección de acumulaciones de esta proteína en el cerebro también podría complementar la información sobre la presencia de beta-amiloide y tau para aumentar la precisión de estos análisis de sangre.

Tratamientos TDP-43

Además de mejores diagnósticos, los desarrolladores de fármacos están considerando el TDP-43 como un posible objetivo para los fármacos diseñados para ayudar a retrasar o detener la demencia. La farmacéutica Annovis Bio está desarrollando actualmente uno de estos fármacos, el buntanetap, que previene la acumulación de TDP-43 como método para detener la progresión de la enfermedad.

Buntanetap viene en forma de cápsulas. Actúa deteniendo la formación de varias de estas placas y depósitos de proteínas conocidos y problemáticos, como amiloide, tau y TDP-43.

Pronto comenzará los ensayos de fase 3 para tratar las etapas leves y moderadas de la enfermedad de Alzheimer, Parkinson y otras enfermedades neurodegenerativas.

Los investigadores creen que el futuro del tratamiento del Alzheimer y la demencia implica más de un fármaco , dirigido a múltiples proteínas y vías. Buntanetap y otros medicamentos que se dirigen a TDP-43 podrían ser piezas importantes para resolver el rompecabezas de la enfermedad de Alzheimer.