Los científicos saben que algunos fármacos actúan de forma diferente según el origen étnico de una persona. Sin embargo, los participantes en los ensayos clínicos no suelen reflejar la diversidad de la población. Aunque el 14% de los estadounidenses son negros y el 18% hispanos, representan menos del 6% de los participantes en ensayos clínicos.

Pequeñas diferencias genéticas modifican el modo en que algunos medicamentos se descomponen, absorben y distribuyen por el organismo. Existen diferencias importantes entre hombres y mujeres, y entre distintos orígenes étnicos, que alteran la eficacia de un fármaco. Según los expertos, aumentar la participación de las minorías en los ensayos clínicos también garantizará el desarrollo de tratamientos mejores y personalizados.

En lo que respecta a la enfermedad de Alzheimer, las personas de raza negra e hispana tienen un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad que las de raza blanca. En las personas de raza negra, el riesgo es casi el doble, mientras que en los hispanos aumenta casi una vez y media. Sin embargo, a menudo se les diagnostica en fases más avanzadas que a los blancos.

«Personas de distintos orígenes étnicos experimentan los mismos síntomas», afirma Jeff Pohlig, Director General de Charter Research. «Pero las personas pertenecientes a minorías tienen menos tendencia a visitar a su médico». Así pues, no sólo existe una discrepancia basada en la raza en el riesgo de desarrollar Alzheimer, sino que también hay una diferencia en la probabilidad de buscar tratamiento.

«Sabemos que, sobre todo las poblaciones hispanas, son menos propensas a buscar tratamiento para la pérdida de memoria, la confusión u otros problemas cognitivos», afirma Pohlig. «La inclusión en ensayos clínicos puede ser un paso hacia una mayor implicación desde el principio. A medida que desarrollemos nuevos tratamientos que puedan obtener la aprobación de la FDA, eso ayudará a facilitar que la gente se sienta cómoda solicitando ese tipo de ayuda.»

En aras de lograr una mayor equidad en el acceso a la atención sanitaria del cerebro, los investigadores y las empresas farmacéuticas están tomando medidas activas para aumentar la diversidad en los ensayos clínicos. Un estudio, conocido como el estudio Bio-Hermes y dirigido por la Fundación Plataforma Mundial contra el Alzheimer (GAP), está adaptando su reclutamiento para garantizar que el 20% de los participantes pertenezcan a minorías. Pohlig explica por qué esto supone un reto: «Los negros y los hispanos a veces dudan en participar debido a la desconfianza histórica en el estamento médico, y la mayoría de los centros de ensayo no han hecho un buen intento de conectar con las minorías.»

Sin embargo, Charter Research está trabajando para resolver estos problemas y contratar a participantes más diversos. «Elaboramos formularios de consentimiento y otros formularios de estudio necesarios tanto en inglés como en español», explica Pohlig. «Administramos pruebas de memoria en español». Además de desarrollar materiales de estudio en español, Charter Research también contrata personal hispanohablante en su sede de Winter Park.

El Dr. Edgardo Rivera, investigador principal del centro de investigación de Charter Research en Winter Park, afirmó que garantizar que el personal sea diverso contribuye en gran medida a fomentar la diversidad en los ensayos.

«La gente se siente escuchada y más cómoda cuando puede hablar el mismo idioma que su médico», afirma Rivera. «Ayuda especialmente en la comunidad hispana, donde varios miembros de la familia extensa participan en el proceso de toma de decisiones. Hablar el mismo idioma ayuda a romper el estigma del Alzheimer y a generar confianza con el participante y su familia.»

Esto no es sólo anecdótico: La investigación ha demostrado que la confianza de una persona en su proveedor de atención sanitaria está estrechamente ligada a que el paciente y el proveedor sean de la misma raza o etnia.

Históricamente, las personas de grupos minoritarios han representado menos del 5 por ciento de los participantes en ensayos clínicos. Por eso el equipo de Charter Research se centra en mejorar la inclusión.

«Estamos trabajando para intentar cambiar esta situación», afirma Pohlig. «Queremos probar nuevos medicamentos potenciales y nuevas terapias innovadoras en las personas que los van a recibir. Es importante desde el punto de vista científico y de la equidad».