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Café y enfermedad de Alzheimer: ¿cuál es el veredicto?
No hay nada como la primera taza de café de la mañana. Arranca el día con un subidón de energía y luego es el tentempié perfecto para el almuerzo. Dado que el estadounidense medio bebe más de tres tazas de café al día, los investigadores tenían curiosidad por saber si esta bebida con cafeína tenía algún efecto sobre nuestra salud cerebral.
Cada mes aparece un artículo en las noticias que relaciona el café con la cognición. A veces, los estudios que aparecen en estos artículos indican que el café evita la demencia, pero otros estudios sugieren efectos negativos. ¿Por qué la investigación parece arrojar resultados contradictorios? ¿Y cuánto café debe tomar?
¿Afecta el café a la salud cerebral?
¡Quizás! Numerosos estudios recientes sugieren una relación entre el consumo de café y la salud del cerebro. A principios de este año, un estudio observacional de 398.646 participantes relacionó los altos niveles de consumo de café con un menor volumen cerebral global.
En ese estudio, el riesgo de demencia era mayor en los individuos que bebían más de seis tazas y, en apoyo de la moderación, se descubrió que era menor entre los que bebían de una a dos tazas. Sin embargo, este estudio observacional no pudo recoger información dietética completa de todos los participantes. Las dietas poco saludables también están relacionadas con la demencia, por lo que el consumo de alimentos junto con la ingesta de café podría sesgar los resultados.
Un estudio de 2018 agrupó varios grandes estudios, formando una impresionante muestra de 328.885 personas. Los resultados de este estudio no encontraron ninguna asociación notable entre el riesgo de desarrollar Alzheimer y el consumo de café.

El veredicto final sobre el café
Para los nuevos tratamientos del Alzheimer, los científicos realizan ensayos aleatorizados y a ciegas. Esto es imposible de hacer para los bebedores de café porque la mayoría de los estadounidenses toman café todos los días. En cambio, muchos de estos estudios analizan grandes poblaciones para ver si las personas que beben una determinada cantidad de café tienen más probabilidades de desarrollar Alzheimer que los no bebedores. Estos estudios no pueden ofrecer un veredicto claro porque no se miden muchas variables: ¿La gente toma el café con nata o con leche? ¿Están tomando un espresso o un café con leche? ¿Cómo de fuerte les gusta la cerveza?
Para complicar aún más las cosas, investigaciones recientes también sugieren que ciertos rasgos genéticos están relacionados con el metabolismo del café y con beber más café; puede ser difícil separar este factor genético cuando se considera el impacto del consumo de café en el cerebro.
En última instancia, estos estudios proporcionan a los científicos algunas pistas; ninguno ha demostrado que beber una determinada cantidad de café afecte a la salud del cerebro. ¿Qué hemos aprendido? En primer lugar, que los artículos que proclaman una relación clara y definitiva entre un hábito diario como el café y el riesgo de demencia probablemente simplifican demasiado la cuestión. En segundo lugar, que si quiere mejorar su salud cerebral, desvíe su atención del hábito de la cafeína hacia oportunidades de estilo de vida más conocidas: como una dieta sana, ejercicio y dormir bien, por nombrar algunas.
Para informarse sobre los ensayos clínicos de nuevos medicamentos destinados a modificar la patología de la enfermedad de Alzheimer, llame a Charter Research al 407-337-1000 (Orlando) o al 352-775-1000 (The Villages).